¡Ya!
Ya caminé descalza bajo la lluvia, llore hasta que se me secaron la lagrimas, jugué a ser feliz en contratiempo, le hice cosquillas a un niño hasta hacerlo reír de felicidad, hice un globo con un chicle que se me pego en la cara, reí ante un chiste que no tenia nada de cómico. Hable sola ante el espejo (será señal de locura, dice el psiquiatra), jugué a ser bruja, quise ser escritora, abogada, psicóloga, volar sin tener alas. Corrí por el timbre del teléfono y tu no estabas, me hice pis bajo la ducha, jugué a robar un beso, confundí sentimientos, ame sin ser amada, llore al escuchar esa música en la radio. Trate de olvidar pero me ha dado cuenta que es imposible olvidar, quise subir a los mas alto para robar una estrella pero mis brazos no la alcanzaron, vi a alguien llorando y corrí hasta que mis piernas ya no podían para consolarlo.
Ya me enamore y creí era para siempre, pero me di cuenta que ese para siempre no existe se quedo en la mitad del camino; sentí miedo en mitad de la noche al despertar en medio de la oscuridad. Grite de felicidad, vi rosas en un jardín y las robe por que sí.
Ya mire al cielo y encontré y supe que este es mi lugar, vi el sol esconderse y el cielo cubrirse de naranja, vi la luna llena y escuchar aullar a los perros, observe el amanecer de un nuevo día, vi partir a los amigos y llore, y descubrí que no importa que unos se vayan otros aparecerán, y me di cuenta que la vida es un partir y venir de nuevas sensaciones, nuevos sentimientos, de nuevos amores, de un venir e ir que es permanente.
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